Eso dicho vamos al Quickthough.
Como nuestro amigo en servicio al cliente, la muerte le toca a todo el mundo. Si, somos jóvenes (si eres viejo y lees mi querido blog... ¿por qué?) y nada nos va pasar. Y aunque también admito que las probabilidades de que mueras por un gatillero que no paso del tercer grado por la simple razón de que lo miraste como si tuviese mierda de pájaro en su camisa es relativa más alta que antes, aun sigue siendo un riesgo medio (Como accidentes automovilísticos y la erección de las tetillas en un ambiente frió).
Entiendo que en área metro corremos peligro, pero volvamos a nuestro amigo en servicio al cliente. Actualmente (en serio) estoy deseándole muerte por diarreas explosivas. Aunque no descarto que irá a morir por tal acto, tampoco puedo descartar que muera de un aneurismo, un ahogo, un ataque de asma o un infarto, o sea de repente y sin aviso. Y se que dirán "Ay pero yo no soy viejo. Yo soy joven y esa mierda no me va pasar a mi" mientras se chupan una presota de Church. ¿Sabemos en serio si estamos bien?
Y he ahí el problema. Primero que nuestro mundo alimenticio esta programado para, mínimo, subirte la presión, darte diabetes, consumirte con cáncer, infectar tus intestinos, anublar tu visión, reducirte tu memoria y que te dé acné todo a la misma vez. Y para hacer todo peor, el doctor es prácticamente un lujo para menores de 55 años. Ademas de que ya no pueden decir que carajo te pasa sin pruebas de sangre, orina, CAT scan, MRI, rayos X, mamograma y una colonoscopia... ok entiendo que eso es extremo de mi parte pero coño, para eso voy a un laboratorio primero a que me saquen 4 galones de sangre para que esté seguro que encuentren que hay con mi cuerpo.
Inicialmente (y cuando digo inicialmente me refiero hasta hace una semana) me sentía inmortal. Esta semana me enfrente con el concepto de mortalidad con un cuerpo muerto más cerca y más ensangrentado que los prefiero (Los prefiero en un ataúd. Me gusta pensar que les seria más difícil atacarme si aun están vivos), tanto como me enfrente con la mortalidad con la realidad de que la ultima vez que fui a un doctor estaba en escuela superior.
Así que la muerte nos rodea como un pez betta rodea los papelitos de comida que tienen un aroma extrañamente, pero inconcebiblemente, delicioso. Por que seamos jóvenes no siempre significa que somo inmunes a la muerte. Y aunque, usualmente, aquí les escribiría algo para que se sientan mejor y no le tengan miedo a la muerte, la realidad es que prefiero decirles los siguiente. Acepten su mortalidad y, como todo que tienen que aceptar, aprendan a poder vivir con tal verdad. Don't panic though, es algo escalofriante aceptar la muerte, pero uno aprende hacer mejores decisiones como consecuencia. A lo mejor no inmediatamente, pero eventualmente