LPDM XII: Querido Vietnam

Me dio con ir a blogger a ver como estaba mi blog y veo que los pageviews que he tenido son... raros. Aparentemente la mayoría de mi audiencia proviene de Vietnam... si el país Vietnam. No se como carajo eso paso, pero después de ver eso, me dieron ganas de joder con los Vietnamitas. Así que eso dicho, vámonos con lo Pensamientos del Momento en su duodécima edición.

Disclaimer: Hace tiempo que no escribo en el blog. Si no recuerda como esto funciona, pues yo tampoco recuerdo. Eso si recuerdo el uso excesivo de paréntesis para hacer pensamientos dentro pensamientos (como Inception pero gramático (Aunque no creo que "gramático" sea la palabra correcta sino "idea" (No wait, es "gramático" sí (Que palabra más rara es "gramático". Esdrújula y todo))))

• Los Malabaristas de Condado y Por Qué los Odio

En la última entrada que escribí hable mucho sobre Santurce, especialmente sobre el área de Barrio Obrero y la calle Borínquen que era aledaño a donde vivía. Vivía en el garaje de Don Porfirio y Doña Marlén, dos dominicanos que sufrían de una rara condición que no les permitía hablar en un tono de voz bajo o normal. Mi estudio era personal, y me enseño cómo cocinar las albóndigas más cabronas en el mundo (cómo también me enseño que el bacalao no se fríe sin hervirlo para quitarle la sal).

Ahora vivo en el área de Condado en un proyecto de vivienda llamado Bayola, donde aun hay personas que sufren de la rara condición de Don Porfirio. Y cuando me mude, empece a notar que la vida en Condado es... rara. Muchos gringos, muchos perros, muchas bicicletas y muchas personas que guían con sus culos. Aún así hubo un aspecto que me choco sobre Condado. Tal como Viejo San Juan, la población de deambulantes era extraordinaria. Las luces que reciben más tráfico emplea los limosneros más dedicados que puedan existir (incluyendo la iglesia). Ellos sobreviven a diario con lo que ganan, y todos los días trabajan para ganarse los centavos grandes. 

No me molestan porque la realidad es que le dan al área un sentido de realidad social. Pocos contribuyen para mejorar el problema que a lo mejor nunca mejorará, pero muchos lo ignoran en primer lugar (algunos hasta frenan a varios metros del próximo carro para que cuando el mendigo venga, aceleren y no tengan que ni mirarlo). Yo no los ignoro, pero tampoco les doy un carajo. Los miro fijamente en los ojos, y les hago entender con un gesto de dolor que aunque simpatizo con ellos, no tengo suficiente para dar (que es tan malo o peor que el truco de frenar/acelerar).

Pero un día, llegaron los malabaristas. Estos hippy-wannabe's que se ponen una fedora que compraron en Lids y empiezan a hacer trucos con tres bolas fosforescentes. Todos haciendo los mismos seis trucos, y todos introduciéndose frente la luz roja como si fuesen el protagonista de una gran obra de teatro. Hacen que las bolas bailen en el aire mientras sus rostros muestran expresiones de encanto y felicidad hasta cuando se les cae una bola (QUE SIEMPRE FUCKING PASA). No son expertos, son personas que vieron un tutorial en youtube o que tienen un pana que los metió a hacerlo.

Mira, si quieren malabarear, háganlo en otro lugar que lo necesite. Que vayan a Hato Rey donde los que trabajan de 8-5 son violados auditivamente por los programas radiales de la tarde; Que vayan a Puerto Nuevo o barrio Obrero a alegrarle las vidas a los empleados de trabajos mierdosos; Que vayan a Bayamón donde el tapón eterno los hará millonarios. Pero no. Se quedan en Condado porque los ricos blancos y los turistas gringos les gusta ver como los hipsters pendejos los distraen del desgraciado tecato que siempre me pide chavos. Mejor se lo doy al hipster pendejo para que compre su yerba y se la fume en el techo que le pagan sus benefactores.

• Personas que Exageran la Importancia de su Existencia

Este semestre académico me enseño que hay personas en este mundo que prefieren hablarte veinte minutos sobre su trayectoria personal y profesional y dos minutos sobre el tema de discusión. Son personas que pretenden ser un ejemplo modelo sobre cómo debería ser el mundo según sus propias ideas (concepto popularizado eternamente por Adolf Hitler). Son personas que insisten que sus palabras permanecerán en la psiquis de sus amigos y enemigos en sus mejores y peores días. Le dan la misma credibilidad a los humanitarios más grandiosos de nuestra historia como también a los astrólogos más asexuales. En una palabra - Narcisistas.

No pueden aceptar realidades negativas sobre su personalidad, pero insisten destacar las fallas de otros. Dicen que todos tenemos una misión en la vida, pero creen que su misión es más importante que las de otros. Ignoran sus propios errores y continúan sin corregirlos. Hablan hasta por los codos en un lenguaje de consejería que hastiaría el mismo Jesucristo. Y no poseen la paciencia para ser criticados.

Todos tenemos diferentes visiones de mundo. No es algo malo que todos tengamos diferentes versiones de la misma idea. Pero cuando empezamos a creer que nuestra versión es más correcta que otras, nos convertimos en huelebichos narcisistas. No sean huelebichos. Bajen el ego, y vivan felices. Calladitos se ven más bonitos.

• I Heart Dennys

Cuando vivía en Santurce, la terrible condición de Don Profirio empeoraba los viernes en la noche. Así que para tener un momento de tranquilidad, decidí un día subir la Ponce de León en bicicleta a las 8 de la noche para llegar al Dennys de Centro Europa. Una taza de café, un hamburger "custom", un jugo de china y en algunas noches, un cheesecake. Esto se convirtió en una tradición personal hasta que lo cerraron en julio.

A mi me encanta ir a Dennys. Los meseros son personas normales que no están ahí para impresionarte (no como los de Chilis que se obsesionan en ser tu amigo).  La comida no es la gran cosa, pero es el mejor resuelve que existe. El ambiente es favorable para todo tipo de circunstancias, desde desayunos casuales, hasta cenas ejecutivas. 

Como a toda persona, a mi me encanta comer. Y aunque me encanta comer en restaurantes, el servicio siempre se enfoca en sacarte hasta las perritas de los bolsillos e inmediatamente sacarte de la mesa. En Dennys, nadie le importa un carajo porque casi nadie va y porque los meseros tiene cosas más importantes que hacer (como hablar sobre el viaje más reciente que hicieron a Pep Boys). 

Es raro encontrar un lugar donde puedas estar tranquilo. Un lugar donde puedas comer una comida caliente y regular, y claro un café mediocre pero acogedor. En un mundo donde todos se enfocan en servicio, calidad y en aumentar ingresos, un lugar como Dennys te recibe con una taza de café, una expresión de cansancio, y el espacio que necesitas para pensar sobre cómo carajo es que la mayoría de los lectores de tu blog provienen de Vietnam.

Finalmente, cómo hoy es el día de Acción de Gracias (un día que cuando empece el blog era uno de mis preferidos en el año) quiero dar gracias a usted por leer (tanto el vietnamita como el no vietnamita). Mantengan la esperanza ante los momentos más difíciles porque la realidad es que el mundo esta lleno de negatividad y egoísmo. No pierdan la oportunidad de sonreír por ninguna razón alguna, porque al fin y al cabo, el hacer las cosas sin razón alguna es la razón que logramos cambiar nuestro mundo.

Vamos a ver si le escribo más entradas a los Vietnamitas en el futuro

Lionheart