Friday, November 6, 2009

Navidad que vuleve, tradición del año

Pues ya la temporada de tiempo ordinario terminó, y cuando digo ordinario no me refiero al tiempo católico, sino a lo que yo denomino como ordinario porque siento que no hay diferencia alguna entre los meses de septiembre, agosto y octubre (pero eso soy yo). Ahora, en noviembre todo cambia. ¿Por qué? Porque empieza la época navideña. Ahora, sé que estás gritándome "¡Idiota! Las navidades empiezan el día DESPUÉS de san'givin". Bueno mi culo ya está celebrando navidad en, antes y después de san'givin, así que in yo' face. Por qué me encanta tanto la navidad. De eso se trata esto.

La navidad (según mi conocimiento que a su vez se fundamenta en documentales del History Channel) provino de una que otra tradición religiosa que se practicaba en Europa y creo que África (que se joda, Asia también) en donde se congregaban los fieles creyentes de un dogma en particular y hacían una celebración dedicada a un evento astronómico que ocurre en diciembre. Si más no me equivoco tiene que ver con que a finales de diciembre el sol está en su punto más lejano a la Tierra y tres días después el planeta vuelve a acercarse al sol. Los cristianos celebran el nacimiento de Jesús (a quién apodan "luz del mundo"), los judíos celebran como el aceite quemó por 8 días (o algo así, no estoy muy al tanto de tradición judía) a lo que también se le conoce como "el festival de las luces", y en la cultura africana (... Estoy me lo voy a sacar de la manga) se celebran las virtudes humanas encendiendo 7 velas, o algo similar (a lo mejor se hace un chant o algo por el estilo). Este tema concurrente de luces es la razón que me encanta la navidad. Es la celebración de las luces! Y a mi me fascina la luz, pues para mi ver luz en la oscuridad es como un símbolo de que hay otras personas con esperanza de que el sol regrese (Eso sí, la luz jode cuando hay un apagón y los vecinos empiezan a joder con el flashlight por todos lados como un jodío faro).

Me encanta alumbrar afuera, me encanta alumbrar adentro, y aparte (pero importante) me encanta la música. Si amigos, época en la que Danny Rivera y Billy Van despiertan e inundan las ondas radiales con pobres villancicos y el mosquito. Y es también el periodo en el que buscamos en el fondo del closet para encontrar el tumbador, el seguidor y el requinto. ¡Las pleneras! Con estos tres tambores portátiles puedes hacer tu propia parranda sin costo alguno y cacheteo incluido (puede complementar con maracas, güiro, palos, pandereta, cuatro, guitarra, acordeón, trompeta y congas... Bueno, eso es si quieres hacer una super parranda). En años recientes se han hecho hasta "a mano pela". Y claro está, las canciones que gastamos en solo dos meses. Dame la mano paloma, para subir a tu nido. Dame la mano... Pobre paloma. En este tiempo se le llena el nido de borrachines. Pero confieso y digo con pasión: me encantan las canciones de navidad gringas que cantaba Frank Sinatra, Dean Martin, Nat King Cole y Mel Torme. Son simples y felices y te le dan un sentido de paz a la navidad (Nat King Cole es el mejor though... just sayin').

Pero lo mejor de todo es la familia (y cuando digo familia me refiero a la comida que cocina la familia). Algún familiar pudiese haber perdido su empleo, otro familiar, su relación, su carro, su educación, su salud o su casa pero de cualquier manera se reúne con los demás familiares en la casa que tenga la marquesina más grande para cantar, comer, beber y chistear tan enérgicamente que te vas a despedir de ellos a las 2 de la mañana. Y obviamente la gente no se va sin haber comido. Arroz con gandules, pernil, pavo, jamón, ensalada de papa, coditos, guineos al escabeche son solo algunos de los cuisines en el menú navideño para servirse. Sí amigos, las dietas se rompen, los paladares lloran de felicidad y el estómago cae en coma.

En fin la navidad es la temporada en la que el 90% de la población está feliz (el resto del año solo 10% son felices y con Fortuño la cifra bajo un 3%). Cantamos, jodemos, se bebe y se come y se olvida completamente de todo lo que nos agobia y se disipan los males vividos durante el año. Alumbramos todos los lugares lo más que podemos, se cocina para un ejército entero y vemos a familiares que no hemos visto en largo tiempo. La Navidad la llevamos dentro. La sentimos dentro.

... Falta un cojón para San'giving
Lionheart

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